lunes, 5 de agosto de 2013

Un corazón valiente no está vacío

 

pareja en playa

He estado reflexionando estos días sobre lo que significa tener un alma y un corazón valiente. Un corazón valiente no está vacío...

Uno siempre cree que el amor llega como un huracán y se queda revoloteando, pero la verdad es que el amor verdadero pasa sus alti-bajos como todo. El problema entonces, no es que haya esos cambios, el problema es (si es que lo hay) tener el corazón acobardado.

El miedo paraliza porque es netamente instintivo. El instinto de supervivencia hace que ante la sensación de miedo, nos paralicemos o huyamos. Y ambas, de cara al amor, son malas decisiones. Porque dañan, lastiman y a la final, van dejando vacíos difíciles de llenar.

Cuando huimos, ponemos barreras infranqueables. Límites, condiciones, palabras de extrema dureza. Y no nos detenemos a pensar en el otro, porque huyendo, simplemente tropezamos y derribamos lo más frágil, que es la confianza que alguien depositó en nosotros. Y lo peor, es que todos alguna vez hemos huido...por ende, todos alguna vez hemos dañado...

Es muy triste toparse con quien no tiene el valor de enfrentarse a la vida y entregarse al amor; con alguien que tiene en su corazón oscuridad y  saber que le entregamos un sentimiento puro a alguien que llega a nuestras vidas para lastimar y robar, en vez de sumar cosas buenas.

Estas son situaciones que lastiman el ego, la autoestima, el amor propio... Lo más difícil es comprender que esas personas tienen un problema porque no saben sentir amor... Pero nosotros tenemos un problema mayor al aceptarles porque nos terminan sembrando dolor, frustración y miedo... y así se inician los círculos viciosos... dañar porque te han dañado...

Sabemos que estas relaciones nos dejan muy lastimados. Pero es indispensable entender e interiorizar que no tenemos la culpa de la falta de amor de estas personas. Casi siempre son traumas que han tenido toda una vida y que de alguna manera les convierten en el dedo del juez o la lágrima de la víctima...

Hablamos de personas que no sienten alegría o admiración por un "te amo" o por un abrazo sincero y que deambulan entre días vacíos, que definitivamente son muchos e insondables.

Señales? Muchas... abandono, silencios, miedos, falta de compañerismo y preocupación, falta de solidaridad, falta de consideración, incapacidad para "ponerse en el lugar del otro"... A veces incluso infidelidad o violencia.

Pero la solución no será jamás odiarles. Ni vengarse. Y se que suena tan altruista que termina siendo casi irreal. Pero si uno cede ante ese sentimiento bajo, termina uno siendo igual o peor que esa persona... Uno debe existir en otra realidad en la que un abrazo dice mucho, una realidad en la que el amor es válido y vale la pena incluso cuando es algo complicado. Una situación en la que el perdón se cultiva como parte del concepto de vida.

Acercarse a quien no es capaz de amar, es acercarse a un precipicio con el foso de veneno a los pies. Eso hace daño y lastima a quienes saben brindar amor.

Yo no imagino tener esa soledad en mi vida y ese rencor en el alma cada día de una vida sin placer... yo no podría jamás resumir mi existencia a eso... yo, a mis 44 años, sigo creyendo en el amor bonito y sincero. Y claro que existe, incluso cuando a veces no lo hemos recibido. Porque el desamor en si, también es una lección de vida.

Definitivamente hay que cultivar el perdón, realmente cambiar si por alguna razón, somos o hemos sido esos quienes han lastimado a otros. La meta es sentir algo realmente bueno, incondicional, puro, vivo y vibrante... y levantarse con la decisión de dar pasos para lograr ser feliz. Si lo logramos, ese día entendemos en forma absoluta que no se puede ir por la vida pisando el sentimiento ajeno. Entendemos la magia tan hermosa de un "te amo" que se siente desde las entrañas. Y descubrimos que la vida si tiene muchos riesgos pero todos valen la pena, incluso los que lastiman porque de eso se aprende y se crece. Uno crece al vivir.

El amor es incondicional. El amor no necesita explicaciones ni causas. El amor se siente o no se siente. Así de simple es ese sentimiento. El amor se enorgullece y se enlaza a todo. El amor no recuerda lo malo sino lo bueno. El amor apoya. El amor se da y se recibe a manos llenas, no a cuenta gotas.

Hay que ser felices. Enamorarse y vivir. La vida está siempre a la espera de protagonistas que den pasos. De gente que se atreva a estar presente en los grandes eventos del día a día. Nunca es tarde para perdonarse y para perdonar a la vida. Nunca es tarde para que el alma se abra y brille.

Shalom