miércoles, 9 de marzo de 2011

Libro recomendado: Mejor que el Chocolate

Hace un tiempo leí un libro muy bueno y de fácil lectura llamado “Mejor que el Chocolate”, de Siimon Reynolds;  que muestra en pocas palabras, esos tips que  nunca deberíamos dejar a un lado. Son 50 técnicas de muy fácil y lógica aplicación que al practicarlas, nos hacen mucho más felices. Quise compartir un poco sobre este libro y lo que aprendí de él:

mejor que el chocolate

1.- Escribe un alista de las cosas que te hacen feliz:  Hagamos una lista con esas cosas que nos gusta hacer e iniciemos cada semana haciendo una de ellas. Por ejemplo, caminar por la playa, darnos un largo baño de inmersión, ir al campo, ir al cine, etc.

2.- Haz ejercicio físico: Trabajar el cuerpo disminuye la tensión y el estrés, produce endorfinas, mejor llamadas “hormonas de la felicidad” y moldea el cuerpo, aumentando la autoestima y la sensación de bienestar.

3.- Fluye: Para ello, planteémonos un desafío o reto, asignemos reglas o pasos sencillos para lograr vencer ese reto, usemos toda nuestra concentración cuando ejecutemos esos pasos y midamos nuestros logros a fin de determinar nuestro progreso y asumir el control de la situación. Por ejemplo,  moldear el cuerpo y bajar de peso a través del deporte o un logro académico, practicar un arte (cantar o pintar, lo que guste cada quien), etc.  Fluir nos hace más proactivos y por ende exitosos, lo cual conlleva a la felicidad.

4.- Desarrolla las cuatro características mágicas de la personalidad: Elevada autoestima, sensación de control sobre nuestra vida, optimismo y extraversión.

5.- Medita: Meditar relaja y ayuda a encontrar soluciones a situaciones que nos habían parecido complicadas. Por ejemplo, podemos escoger una palabra sencilla y motivadora (por ejemplo, “Paz”), repetirla entre 10 a 20 minutos en forma verbal o mental, durante ese ejercicio, apartemos todo pensamiento de forma tal que obliguemos a entrar en concentración. Todo ello nos enseñará a concentrarnos. Luego podemos hacer otros ejercicios de meditación y se harán cada vez más sencillos porque sabremos concentrarnos.

6.- No hagas del dinero tu prioridad: Recordemos que si bien es cierto que el dinero ayuda, éste no hace la felicidad. Aprendamos a disfrutar de lo que tenemos, especialmente del tiempo. Tratemos de salir un día sin dinero o al menos solo el dinero indispensable. Llevemos la comida de la casa, hagamos un picnic en un lugar público (gratis) o de bajo costo de entrada (por ejemplo, un parque). Disfrutemos de ese día con un ser querido sin tener que gastar dinero. O bien, salgamos a caminar. Se trata de encontrar actividades que no requieran gastar y descubrir así, que incluso si no tenemos dinero, podemos pasar un día genial. Poco a poco nos daremos cuenta de que el dinero, no lo es todo.

7.- Asume el control de tu vida: Podemos hacer una lista con tres eventos relevantes en los cuales hayamos perdido el control. Anotemos ahora al menos tres acciones que de haberlas hecho, nos hubiesen mantenido en control, logrando el objetivo real e ideal. Evaluemos las situaciones, lo que hicimos y lo que debimos hacer, determinemos qué hicimos que no debimos haber hecho y reconozcamos cuándo merecía la pena continuar enfrascado en esa posición o si era ideal cambiar el rumbo. Este ejercicio puede ayudarnos a tomar mejores decisiones, a pasar del dicho al hecho y lograr mejores resultados.

8.- Ten disciplina contigo mismo: Por ejemplo, asignémonos y cumplamos a cabalidad una rutina de ejercicio o estudios diario, o asignemos un día específico para arreglar nuestra habitación. Cumplamos con la tarea el mismo día y a la misma hora. La idea es mantener una disciplina que nos de constancia.  Luego podemos asignar disciplina en situaciones más complejas para cada quien. Por ejemplo, para algunos, el ejercicio avanzado puede ser un plan alimentario que le permita bajar de peso. La idea a la final es hacer lo que se dice que se va a hacer, convertirse en una persona más planificada, ordenada y orientada al logro.

9.- Ten a Dios presente: Mientras realicemos nuestras actividades diarias, recordemos que Dios está con nosotros, dentro de  cada uno y a nuestro alrededor. Si no crees en Dios, puedes tener presente la naturaleza, la energía, etc.

10.-  Cultiva la amistad:  Hagamos una lista de 5 a 10 personas con las cuales disfrutamos compartir. Ahora evaluemos nuestra relación con ellas.  ¿Cómo podríamos mejorar esa relación? ¿Cómo podemos lograr que esas relaciones crezcan y se hagan verdaderas amistades? Una vez determinado esto, pasemos a la acción, ejecutando lo que indicamos como elementos para mejorar. Procuremos además,  tener al menos cinco amigos.

11.- Vive en pareja: Tener una pareja permite compartir las cosas más sublimes e íntimas de la vida. Una buena pareja nos hace felices. Desechemos malas parejas y seleccionemos para nosotros una pareja amorosa, afín a nuestros sentimientos. Nos merecemos ser amados por alguien bueno !!

12.- Pon en claro tus valores: La felicidad no depende tanto de los eventos que suceden sino de la manera en la cual reaccionamos ante ellos. Hagamos una lista de los valores por los cuales nos regimos, ordenemos la lista en orden de prioridad y determinemos si según ellos, estamos viviendo acorde a nuestros valores. Por ejemplo, una lista puede ser “familia, espiritualidad, salud, profesión, vida social” u otra según sea cada caso.

13.- Agradece: Dar las gracias por lo bueno y por lo no tan bueno, porque todo sirve en nuestra vida y nos hace madurar. Recordemos que es prácticamente imposible experimentar emociones negativas cuando nos sentimos agradecidos de corazón. El simple hecho de estar vivos, merece dar las gracias a Dios, a la vida, a nuestros padres, etc.

14.- Respira conscientemente: Nuestros estados de ánimo afectan nuestro ritmo respiratorio y viceversa. Respiremos profundo y despacio, relajémonos y al hacerlo, inhalemos por la nariz y exhalemos por la boca suavemente. Realmente esto tranquiliza.

15.- Concéntrate en el futuro:  ¿Cómo nos vemos en 5 años? ¿qué queremos haber logrado para ese entonces? Ahora enfoquemos nuestra vida y acciones para lograrlo. Hagamos nuestro plan de vida en función a esas metas y trabajemos en ello constantemente con esperanza y constancia. Esto da sentido a nuestra vida.

16.-  Inspírate en la filosofía oriental: Aprender a evitar  los obstáculos innecesarios. No es lo mismo encontrar una piedra y pasarle por encima que simplemente rodearla. El resultado es el mismo (llegar al otro lado) y el esfuerzo varía (pasar por encima requiere mayor esfuerzo que rodearla). Además, procurar ubicarse en las realidades de nuestras necesidades. Probemos preguntarnos si acaso seríamos más felices deseando menos y disfrutando más de lo que ya tenemos. Muchas veces tenemos mucho y aún así no lo disfrutamos porque siempre creemos que necesitamos más. No es malo desear pero hay que estar claros en el qué y para qué de esos deseos a fin de determinar si eso que deseamos nos va o no a hacer felices.

17.- Ponte metas altas: Altas pero no imposibles. Esto permite evitar ser un conformista. Procuremos metas que permitan crecer como persona y que nos hagan felices. Por ejemplo, mejorar las relaciones personales o lograr un hogar sano y funcional. Hay metas que siendo altas (dinero, fama, poder), no necesariamente nos harán más felices realmente.

18.-  Libera tu energía: La energía necesita fluir, circular. Podemos meditar, hacer ejercicio, salir. Una forma sencilla de hacerlo, es empezar el día estirando el cuerpo, haciendo unas 5 flexiones corporales de bajo impacto (pararse derecho y con la espalda siempre recta, bajar el torso de forma tal que los brazos lleguen al piso, poco a poco eso es posible !!!). Hacerlo despacio, solo se trata de estirar y flexibilizar. Desperezarse con ganas, bostezar, estirar hasta los dedos de los pies. Ahora ponerse nuevamente derecho, con las manos en la nuca, siempre la espalda recta, abrir un poco las piernas y flexionarlas, volver a subir. repetir 5 a 10 veces. En este momento no estamos moldeando el cuerpo, solo estamos liberando energías. Eso nos ayudará a abrir esos canales energéticos. Y mejora si lo combinamos con respiración controlada (profundo, despacio y consciente)

19.-  Duerme bien: Deberíamos dormir suficiente par descansar y así estar relajados. Lo ideal, son 8 horas continuas en plena obscuridad y silencio. Si trabajamos de noche, podemos colocar cortinas muy obscuras y densas de forma tal que cuando las cerremos, no entre luz en la  habitación.

20.- Mejora tu autoimagen: La auto-imagen se refiere al cómo nos percibimos y comportamos en concordancia con dicha idea. Repetirnos, actuar y visualizarnos como personas felices, nos aumenta positivamente la auto-imagen que proyectaremos a los demás. Un buen ejercicio es visualizarnos frente a un espejo sin criticarnos y practicar la sonrisa, la postura, la expresión corporal al hablar, etc.

21.- Cambia de enfoque:  Enfocar nuestra concentración y acción en lo bueno y no en lo malo, es fundamental. Un buen ejercicio, es hacer una lista de cinco cosas que vayan bien en nuestras vidas.  Luego, repasemos dicha lista varias veces, al menos una vez por día. Esto mejora la percepción  sobre la calidad de vida que llevamos.

22.- Ser optimista: Cuando se es optimista, se lleva mejor la vida porque se encaran los problemas tomando en cuenta que éstos son pasajeros, porque se asume que todo tiene un por qué  y una solución y porque se tiene la esperanza de que todo será mejor cuando el problema cese. Se es más sano, se tienen más amigos, se disfruta más de la vida y se es más exitoso siendo optimista. En general, con optimismo nos convertimos en una especie de imanes porque irradiamos seguridad y alegría incluso en los momentos más difíciles. La buena noticia, es que se puede aprender a ser optimista !!

23.- Interésate por los demás: Al interesarnos en otros, dejamos a un lado el “yoísmo”, dejamos de concentrarnos en nuestros propios problemas y por ende dejamos de gastar energías en eso que nos angustia. Eso a su vez nos relaja y nos hace más felices. Además, saberse útil para otros, para todos es gratificante.

24- Ríe: Reír sana, calma, relaja, purifica el alma, nos hace creativos, nos divierte, nos adelgaza, mejora nuestras defensas biológicas,  aumenta nuestro atractivo y mucho más.  Podemos ver  comedias, leer libros divertidos, asistir al teatro a ver obras cómicas, etc,

25.- Practica tu religión: El hecho de practicar una religión – sin fanatismos – da seguridad y confianza y fortalece nuestros lazos sociales y morales. Creo que más que religión, se trata de poner en práctica la Fe.

26.- Actúa a lo grande: Cuando atravesamos por momentos difíciles y dolorosos, solemos apartarnos de todo y dedicarnos a auto-lamentarnos. Está bien hacerlo uno o dos días pero mientras más tardemos en levantarnos, mayor será el dolor. Podemos hacer una evaluación de un momento duro que estemos viviendo, determinar al menos diez cosas que podríamos hacer para mejorar dicha situación. Ejecutar una acción o más por día nos ayudará a solventar y estaremos actuando a lo grande, no escondiéndonos del problema que nos aqueja. Por ejemplo, llamar a una persona, pedir disculpas, cortar lazos, etcétera.

27.-Ten un propósito vital: Debemos definir cuál es nuestra misión de vida, para qué vivimos. Es buen ejercicio escribir un párrafo sencillo que denote esa misión y colocarlo en un sitio para nosotros visible en nuestra casa o trabajo a fin de ayudarnos a tener presente ese propósito vital y enfocarnos para lograr esos objetivos globales.

28.-  Se un autorrealizador: Para ello, debemos descubrir cuál es nuestra vocación y liberar nuestro potencial interior trabajando la auto-aceptación, la afectividad, logrando la libertad de presión social y definiendo el sentido claro del propósito y significado de la vida.

29.- Mantente ocupado: Una mente ocupada no tiene tiempo para pensar en problemas que no tienen prioridad. Además, el pensamiento de quien ejecuta actividades que ocupan su tiempo, suele ser más optimista y realista que el pensamiento de quien no está haciendo nada. Es el caso de quienes se encuentran desempleados: Pasan por depresión, rabia, dudas (por ejemplo celos). También de quienes se encuentran enfermos y no están ocupando su tiempo en actividades y comienzan a pensar negativamente y a perder la esperanza de vida. En todos esos casos, ocuparse en actividades suele mejorar el panorama,permitiendo trazar estrategias de solución.

30.-  Pasa más tiempo al sol: La energía que nos deja el sol, es reparadora, potencia ciertos procesos bioquímicos en el organismo que nos permiten estar más sanos, nos llena de cierta energía y alegría y por ende, nos ayuda a ser felices, incluso si nos gusta mucho más la sombra !!! Igualmente la buena iluminación nos permite concentrarnos mejor. Podemos entonces caminar una vez al día bajo el sol o bien vivir y trabajar en ambientes bien iluminados preferiblemente por energía solar.

31.- Perdona: Cuando pensamos en alguna persona a la cual no hemos perdonado, solemos llenarnos de ira, rabia, tristeza o dolor. Perdonar a esa persona implica liberarnos de este tipo de sentimientos que nos restan energía y alegría. Perdonar es entonces, ser más felices.

32.- Practica el amor compasivo: Cuando hacemos o brindamos un acto de amor compasivo, inmediatamente nos invade una gran satisfacción.  Ayudar a alguien desinteresadamente, nos hace más plenos y la expresión “da sin esperar nada a cambio” cobra fuerza y sentido. Actos como hacer un donativo, visitar un centro de ayuda o un ancianato, dar un regalo a los niños de bajos recursos, entre otros.

33.-  Busca un trabajo gratificante: Trabajar  es una tarea que requiere esfuerzo físico y mental. Si lo hacemos con gusto, el esfuerzo poco pesará. Y si es gratificante, será un placer. Un trabajo es gratificante en la medida que reina el respeto, la valoración, el gusto a la tarea realizada, el compromiso, la ética y la concordancia con los valores propios. Por ejemplo, si nuestros valores morales son muy estrictos, no nos sirve realmente trabajar en centros de baja moral porque no hay concordancia y si no somos creativos no nos sirve un trabajo como diseñadores. En cambio, si somos proactivos quizá nos guste un trabajo en el ámbito gerencial. La idea es que el trabajo que hagamos nos guste y llene nuestras expectativas. Y eso no necesariamente se tiene “listo”. A  veces debemos generar cambios que permitan que el trabajo logre ser el que deseamos que sea.

34.- Limita tu tiempo en soledad: La soledad a veces es necesaria. Pero no podemos permitir que la mayor parte de nuestra vida sea en solitario. La soledad extrema o constante influye en nuestro estado de ánimo, el cual puede volverse depresivo. Hay que salir, conversar, compartir.

35.- Planifica: La falta de plan conduce al fracaso. Una buena manera de comenzar a planificar, es llevar una agenda. La idea es organizarse y poder determinar si lo que estamos haciendo se alinea a nuestras metas y propósito de vida.

36.- Reduce tu consumo de alcohol: Creo que realmente hay que reducir el consumo de alcohol, nicotina y cualquier elemento que contamine el organismo. Esto genera independencia emocional y permite estabilizar emociones, lo cual nos hace mucho más felices.

37.- Escucha música estimulante: Oye música alegre, que te estimule, que te inspire.

38.-  Usa afirmaciones positivas: Al repetirlas – verbal o mentalmente – terminas enfocando tus energías y estado de ánimo según la afirmación. Lo ideal es utilizar afirmaciones positivas que reflejen el cómo deseamos sentirnos y claro está, que no incluyan palabras negativas o contradictorias que anulen el positivismo, tales como “No”, “Pero”,entre otras. Por ejemplo, una afirmación positiva correcta puede ser “Amo estar vivo”, “Soy feliz”, “Hoy es y seguirá siendo un día excelente” o “Me siento bien y feliz”. No así expresiones tales como “No soy tan infeliz” o “Hoy puede ser un día excelente” o “Voy a tratar de sentirme bien”. Un excelente ejercicio es al acostarnos en la noche afirmar “Soy feliz, me siento agradecido por todo lo bueno,  me siento cada vez más y más relajado" y mañana amaneceré descansado, alegre,sonriente y muy sano”.

39.-  Expresa tu amor con palabras: Nada tan divino como escuchar un “Te quiero”, un “Te lo agradezco de corazón” y similares. Se dice que si uno no tiene nada bueno que decir, es mejor no decir nada, pero ¿realmente no hay nada bueno que decir? Busquemos lo bueno de cada quien, seguramente encontraremos algo que decirle. Por ejemplo, felicitar a alguien por su buen trabajo o por su colaboración en una tarea. Esto se hace recíproco, tarde o temprano también recibiremos en la medida que vamos dando este regalo tan satisfactorio,

40.- Conoce gente nueva: Creemos oportunidades para conocer gente nueva: Inscribirnos en un club, hacer actividades en grupo, adoptar un pasatiempo que permita compartir con gente diferente, todo ello conlleva a generar nuevas relaciones y potenciales amistades.

41.- Realiza alguna tarea solidaria:  Una buena manera, es unirse a un grupo de acción voluntaria, visitar ancianatos y similares,

42.- Elige el lado bueno:Lo que nos hace felices o desdichados, no son las cosas que nos pasan sino nuestra percepción de lo que ellas significan. Todo tiene su lado bueno, hasta las experiencias más duras. Por ejemplo, si nuestra casa se derrumba, veamos el reto de construir una nueva más que llorar por lo perdido y agradezcamos estar sanos y salvos a pesar del incidente,

43.- Acepta el paso de los años con optimismo: No debemos asociar años con situaciones infelices. Por el contrario, entender que es un proceso natural y que los años suman experiencias que nos permiten afrontar la vida presente y futura con mayor seguridad y conocimiento, nos debe permitir sentirnos más seguros. Basta recordar un evento desagradable del pasado y analizar cómo nos sentimos cuando sucedió. Ahora analizarlo bajo la óptica de nuestra experiencia y experticia actual: Seguramente nos daremos cuenta de que ahora tenemos más herramientas para solventar un problema similar. Y lo lógico es además, darnos cuenta de que ya esa situación no nos afecta o al menos nos afecta menos que cuando sucedió: Esto es así, porque el tiempo todo lo sana,

44.- Conversa más: Conversar es parte de la naturaleza humana. Relaja y solidifica las capacidades para interactuar con otros, aumenta la posibilidad de hacer amistades y nos permite desahogarnos. Para tener mejores temas de conversación, lee, busca artículos sobre varios temas, escucha a tus amistades y determina el tema que les gusta hablar y lee sobre ello para que puedas participar de una buena conversación.

45.- Planifica o reserva tus vacaciones con antelación: Esto aumenta la emoción de disfrutar de esas merecidas vacaciones, nos permite disminuir el estrés que se genera de hacer las reservas pues las haremos con calma. Y a la final, obtendremos un tiempo de calidad que realmente nos permitirá descansar.

46.- Busca una mascota: Un lanudo amigo – perros, gatos –u otra mascota, suele ser un excelente y sanador amigo:No son rencorosos, no discuten, se hacen querer y mimar y sobre todo, pueden brindar amor incondicional, especialmente si son caseros y acariciables !! Si no podemos tener uno en casa, podemos de vez en cuando jugar con la mascota de algún amigo o ir a un zoológico de contacto.

47.-  Únete a un grupo: Esto fomenta el sentido de comunidad y por ende de equipo, afianza nuestra interacción grupal y suele darnos la gran posibilidad de hacer y mejorar amistades,

48.-  Se sensible ante los sentimientos de los demás: Esto se basa en saber reconocer las señales de insatisfacción de nuestros seres queridos o cercanos e incluso de otras personas y actuar en función de ellos en forma positiva, Un ceño fruncido o una expresión de desapego, son señales. Bien podemos ante ellas, actuar en forma empática, conectándonos con esa emocionalidad y tratar de hacer de ese momento, un buen momento sanador. Así,pro ejemplo, si alguien se siente aturdido por sus propios problemas, escucharlo mientras se desahoga. Esto será mucho más efectivo y sanador que decir cosas como “eso no es nada”. Para lograr esa conexión, es importante ponerse en el lugar del otro.

49.- Expresa tu cariño con gestos: Un abrazo, una palmadita en la espalda, una sonrisa, todo ello sirve para expresar el aprecio, el cariño. Siempre con respeto, pero tratando de hacerle ver y sentir a los demás, nuestro genuino afecto. Hay que sin embargo tomar en cuenta que no siempre podemos adoptar la misma expresión: Puede que para algunos no sea ideal un abrazo pero si una sonrisa. Cabe preguntarnos desde cuándo no abrazamos a nuestra pareja o a nuestras amistades.

50.-  Concéntrate en la felicidad: Debemos concentrarnos en la felicidad cada día, en el aquí y el ahora, No podemos dejar la felicidad para cuando tengamos tiempo o para cuando seamos más ricos o cuando ya nos hayamos graduado, etc etc. La felicidad merece bien el esfuerzo de hacer nuestro mejor y mayor esfuerzo por sentirla de corazón. El momento perfecto, es justo ahora. Y cada día será el perfecto para continuar siendo felices.

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