viernes, 1 de enero de 2010

No te merece quien no te ama bien

rosa roja Me han enviado un escrito muy interesante y cuya enseñanza es todo un sin fin de situaciones que se van vislumbrando entre sus letras.

No quise dejar de compartirlo con mis lectores pues estoy convencida, que este escrito encierra más de una verdad:

  • No se pueden aceptar migajas a cambio de un buen amor
  • No se puede despreciar el amor sin marchitarlo
  • No se puede condicionar el amor
  • El amor se gana con amor
  • El amor herido, a la larga muere
  • El verdadero amor, desea la paz y la alegría de la pareja

Gracias a quien me lo envió, quien indudablemente sabe complacer mi ávida necesidad de lectura!!!

Feliz año!!

Medianoche 2010!!!

No te merece quien no te ama bien

En cualquier relación de pareja que tengas, no te merece quien no te ame y menos aun, quien te lastime...

Cuentan que una bella princesa estaba buscando consorte. Aristócratas y adinerados señores habían llegado de todas partes para ofrecer sus maravillosos regalos.

Joyas, tierras, ejércitos y tronos; conformaban los obsequios para conquistar a tan especial criatura. Entre los candidatos se encontraba un joven plebeyo, que no tenía más riquezas que amor y perseverancia.

Cuando le llegó el momento de hablar, dijo: 'Princesa, te he amado toda mi vida. Como soy un hombre pobre y no tengo tesoros para darte, te ofrezco mi sacrificio como prueba de amor... Estaré cien días sentado bajo tu ventana, sin más alimento que la lluvia y sin más ropa que la que llevo puesta... ese es mi dote...'.

La princesa, conmovida por semejante gesto de amor, decidió aceptar: 'Tendrás tu oportunidad: Si pasas la prueba, me desposarás'.

Así pasaron las horas y los días. El pretendiente estuvo sentado, soportando los vientos, la nieve y las noches heladas. Sin pestañear, con la vista fija en el balcón de su amada, el valiente vasallo siguió firme en su empeño, sin desfallecer un momento. De vez en cuando, la cortina de la ventana real dejaba traslucir la esbelta figura de la princesa, la cual, con un noble gesto y una sonrisa, aprobaba la faena.

Todo iba a las mil maravillas. Incluso algunos optimistas habían comenzado a planear los festejos.

Al llegar el día noventa y nueve, los pobladores de la zona habían salido a animar al próximo monarca. Todo era alegría y jolgorio, hasta que de pronto, cuando faltaba una hora para cumplirse el plazo, ante la mirada atónita de los asistentes y la perplejidad de la infanta, el joven se levantó y sin dar explicación alguna, se alejó lentamente del lugar.

Unas semanas después, mientras deambulaba por un solitario camino, un niño de la comarca lo alcanzó y le preguntó a quemarropa: '¿Qué fue lo te que ocurrió?...Estabas a un paso de lograr la meta. ¿Por qué perdiste esa oportunidad? ¿Por qué te retiraste?...' Con profunda consternación y algunas lágrimas mal disimuladas, contestó en voz baja:'No me ahorró ni un día de sufrimiento...Ni siquiera una hora.. que amor...'.

normal_Rosa_negra[1] Cuando amamos a alguien que además de no correspondernos desprecia nuestro amor y nos hiere, estamos en el lugar equivocado: Esa persona no se hace merecedora del afecto que le prodigamos. La cosa es clara: si no me siento bien recibido en algún lugar, empaco y me voy… Nadie se quedaría tratando de agradar y disculpándose por no ser como les gustaría que fuera.

No hay vuelta de hoja. En cualquier relación de pareja que tengas, no te merece quien no te ame... y menos aún, quien te lastime...

Fuente:

http://www.vidapositiva.com/No-te-merece-quien-no-te-ama-bien.html