viernes, 25 de diciembre de 2009

Aprendizaje

baby-silencio A veces hay que saber callar, no sea que digamos tanto que no podamos recoger nuestras palabras.

A veces decimos cuanto se nos cruza por la mente, estamos muy seguros de tener la razón. Y si, quizá la tenemos ante nuestros sentidos y niveles de percepción, pero no por ello la razón es nuestra. Y aún cuando lo fuese, no por ello tenemos el derecho inajenable de decir lo que se nos ocurra.

arena entre los dedos Mi padre decía que el derecho de uno termina justo en el punto en el cual empieza el derecho del otro. Y nada más cierto que eso.

Mi derecho a decir algo termina justo cuando ese algo se hace hiriente u ofensivo para otros. Y justo en ese límite, aunque tenga la razón, la habré perdido para siempre...

velaEstamos en vísperas de Navidad. Para los católicos, estas fechas se suponen sean de conciliación y paz. Para los judíos, la "navidad" es el Hanukah, que es tiempo de reflexión. No importa nuestra tendencia o religión, para todos, sin importar si las fechas coinciden o no, son tiempos de armonía espiritual, tiempos para reconciliar el alma y el espíritu con nuestro creador o con lo que llamamos "Padre" o "Dios" o "Energía Superior". Lo comento porque mi reflexión va hoy conciliando entre lo que veo, lo que creo que veo y lo que deseo ver.

ojos vendados Y creo que a muchos nos sucede lo mismo. Creemos una cosa, sucede otra y desearíamos otra muy distinta. Y está bien, eso es parte del camino que recorremos para concientizar lo que nos rodea en búsqueda de un aprendizaje. Estamos abriendo los ojos,hemos comenzado a ver incluso lo que no queríamos ver pero que es real…

Mi aprendizaje hoy, o mejor dicho, mi re-aprendizaje, es simple:

  • Somos dueños de lo que no decimos y esclavos de lo que decimos...
  • Lo que decimos es el  reflejo de lo que sentimos...
  • Lo que sentimos  es la base de lo que nos sucede...
  • Todo aquello que nos sucede, está allí en nuestro camino por una causa y tiene un motivo...
  • El motivo máximo de lo que vivimos, es el aprendizaje que nos deja...
  • Todo aprendizaje merece ser analizado con calma, incluso si nos desagrada o molesta...
  • Lo que nos molesta, es aquello que se escapa de nuestro control...
  • El deseo de control, es una gran debilidad humana...
  • La mayor debilidad humana, es el séptimo pecado capital, que es la soberbia
  • La soberbia se alimenta de la ira y del orgullo...
  • El orgullo nos impide ver más allá de nuestra rabia...
  • La rabia, asesina el sentimiento y la esperanza...
  • Sin esperanza, no somos nada...
  • La nada, es el fin del todo porque siembra el vacío espiritual...
  • El vacío espiritual, nos aparta del amor...
  • El amor, es sanación...
  • La sanación es la base del Yom Kippur o estado de perdón...
  • El perdón, redime...
  • Redimir, a la larga es renacer...
  • Renacer, es recomenzar...

 

Encierra una honda sabiduría saber callar a tiempo o retirarse...que para el caso es lo mismo.

 

Recordad que matar a un ruiseñor es pecado. Los ruiseñores sólo se dedican a cantar para alegrarnos. No estropean los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen más que derramar su corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar a un ruiseñor.

- “Matar a un Ruiseñor” - (Harper Lee)