domingo, 14 de diciembre de 2008

¿Vivir o existir?... that is the question!!!

 

 

Vivir es lo más raro de este mundo, pues la mayor parte de los hombres no hacemos otra cosa que existir.
Oscar Wilde

Sea por el "cómo están los tiempos", o por esa extraña y casi desenfrenada necesidad de falsa comodidad y apariencia o por miedo, sea por lo que sea, las personas - y me incluyo - muchas veces vamos por la vida caminando como zombis sin detenernos a reflexionar mucho. Vivimos el día a día, según vaya viviendo, vamos viendo...

Se nos suele pasar el tiempo - llámese años - esperando la mejor oportunidad, esperando la persona ideal, esperando el momento perfecto, esperando la solución mágica que rara vez llega. Y al cabo de un tiempo - muy largo - nos damos cuenta de que estamos desperdiciando nuestra estadía en este mundo.

Suena paradójico si tomamos en cuenta que somos los aces de la planificación y del control. Hacemos planes para todo menos para vivir felizmente. Anotamos una larga lista de lo que "necesitamos" para ser felices y una vez obtenido, agrandamos la lista que definitivamente hacemos interminable. Siempre esperando otro "algo" para dar el gran paso y ser felices.

Pero el tiempo es implacable, no pasa en vano. Y se presenta tarde o temprano el momento exacto - que no perfecto - para darle un giro a la vida-. O cambiamos y enderezamos el camino, o perecemos sumidos en la nada de nuestros ideales más banales.

Es que la mayoría de nosotros pasamos mucho tiempo existiendo pero no viviendo. Pero lo bueno de darse cuenta es que al hacerlo, al abrir los ojos, comenzamos a ver esos matices que no habíamos visto. Y al fin, comenzamos a vivir.

Y se hace menos importante esa pareja, ese carro, esa casa. No es que carezcan de importancia, es solo que además, se hacen importante los detalles realmente gratificantes. Nos detenemos y pensamos si realmente ha valido la pena el sufrimiento, el desengaño, la rabia, el tiempo invertido en darle vuelta a los asuntos... Y muchas veces la respuesta llega sola en los momentos más extraños.

Comencemos a vivir más que a existir. Ya no es tan importante - por no decir que en nada - el qué dirán si lo que haces te gusta. Ni es tan importante si vives en el este, en el oeste o en el centro siempre que tu casa te sea cómoda, ni es tan importante el cuánto gastas o ganas si lo que tienes en el bolsillo es usado para regalarte una sonrisa. No es tan importante esa pareja sino la relación que quieres tener, aunque ello implique dejar a un lado a esa persona que quizá ha estado desde siempre y tener a la persona que realmente deseas, a tu lado. Ni siquiera es tan importante lo que dejas de hacer si lo que apartas es lo que te hace infeliz.

Al final de esa jornada, de esos cambios, de esas decisiones, si hemos logrado ser felices, valdrá la pena totalmente haber cambiado.

Besos
Medianoche 2008