jueves, 23 de octubre de 2008

Infidelidad - Parte I


... Y SE CASARON Y VIVIERON FELICES....

 
.... Pero solo por un tiempito!!!
Hasta que la muerte - o la infidelidad - nos separe...
 
El divorcio es sin duda alguna, una de las situaciones más estresantes y deprimentes con las cuales nos podemos topar. No es sencillo divorciarse porque se está acostumbrado a amar y a ser amado, o porque estamos acostumbrados a tener a alguien a nuestro lado aunque sea para pelear.

Difícilmente reconocemos esto último hasta que en retrospectiva, hacemos el largo y doloroso inventario de la relación que se ha venido a pique.


Y en ese inventario, existen las causas de ese tan temido divorcio... Y en algunos casos, está presente la infidelidad... y con ella, los celos, malditos celos...
 

O se es víctima, o se es victimario..

Cuando el divorcio o separación e incluso el distanciamiento, tienen que ver con la infidelidad, las cosas se complican en gran medida porque se está en presencia de un acto que ofende la ley básica de la convivencia: La confianza. Destrozar la confianza solo tarda un segundo.... recuperarla, toda una vida...



Cuando en una pareja hay infidelidad, una parte se convierte en víctima y otra en victimario. La víctima puede asumir varios roles: El castigador, el vengador, el sufrido y muchos más, incluso en forma simultánea. Pero siempre aunque no lo reconozca, su dolor y su impotencia, afectan enormemente su vida, su desempeño, sus actitudes, sus emociones y por ende, su entorno. Y superarlo, no es tarea sencilla. Se requiere un trabajo interno muy arduo en el cual debe vivir las etapas de su luto una a una, sin negarlas. Y esto, es lo más difícil ya que el orgullo, la rabia, la necesidad de arreglar la situación, el qué dirán y otros factores, influirán durante su proceso de sanación.

Aún así, los factores que más influyen, son la actitud y la determinación de la otra persona, para enfrentar la responsabilidad.

El tiempo cuenta


Una vez que se descubre una infidelidad, el tiempo es oro para solventar la situación. Quien se siente ofendido y es víctima de una infidelidad, espera impacientemente una explicación, un apoyo y una explicación total y sincera de quien le ha sido infiel.


Incluso si con ello no pueden arreglar la relación, estos aspectos son indispensables para sanar rápidamente las heridas y no trasladar el dolor al subconsciente tan profundamente.
 
Sea por miedo por orgullo, por desamor, por lo que sea, son pocas las veces que el infiel reconoce su falta humildemente. Tristemente buscan muchas excusas, hieren mucho más con sus palabras, gestos, negativas y actitudes e incluso justifican absurdamente trayendo a la palestra hecho que poco o nada aportan en positivo a la consecuente discusión.


Escena del crimen


Quien es objeto de una infidelidad, tiende a resentirse contra su pareja ya que siente que se ha esforzado y que ha dado más que la otra persona, tan solo para recibir un golpe muy bajo. Lo peor, es que inicia una búsqueda, muchas veces infructuosa, de respuestas.


Nada de lo que parecía ser, es... Todo comienza a ser cuestionado. Todo es objeto tangible de verificación y todo se convierte en evidencia. No hay nada que no sea escudriñado sea notoriamente o en el anonimato de los pensamientos. Se trata de verificar el ADN de la relación, buscando incesantemente una respuesta a la pregunta del día... "¿Por qué?"...


Lo primero será el celular, luego la computadora y cuanta cosa exista que delate otras triquiñuelas del ofensor....


¿Por qué se somete la persona al sufrimiento de buscar respuestas? Porque las necesita para calmar sus sentimientos. Porque tiene la esperanza de equivocarse. Porque si no recibe la justa respuesta que espera entonces su dolor se transforma en ira y desea venganza. Y esta venganza no suele ser física al menos en el caso de las mujeres, sino emocional.

"Me duele... te duele!!!!"
 


Ante la infidelidad y sus consecuentes celos, se inicia una carrera casi armamentista y detectivesca en la cual, la víctima puede pasar fácilmente a victimario... Confisca la privacidad del otro y hasta el aire que respira... Y sin querer queriendo, empieza a vengar su dolor de muchas maneras, pudiendo inclusive llegar a serle infiel también, solo para desahogarse.


Muchos psicólogos afirman que eso no les resulta y que luego tendrán gran remordimiento... posiblemente sea así, pero no todos los seres humanos reaccionan igual.

En siguientes artículos, veremos más sobre este tema, causas, qué hacer para superarlo, cómo afrontarlo, los riesgos que se corren (y que se hacen correr). También, algunos consejos para quienes han sido infieles y cómo poder comprender la situación

La infidelidad es un problema que nos toca a todos, bien porque la vivamos directamente o porque la vivamos a través de un ser querido que haya sido víctima de tal acción.