viernes, 16 de mayo de 2014

La importancia de hacer lo correcto

 

Vivimos en un mundo lleno de mucho dolor. Generamos un karma a cada segundo. Nos ataja el karma pendiente. Y aún así, no cambiamos las realidades.

Cuando actuamos de mala fe, con odio, o con miedo o envidia, generamos dolor en otros pero también en nosotros. La vida todo lo cobra y lo cobra aquí y ahora, las facturas no se postergan.

Eso de "lo pagas en el otro lado", eso no existe.  En el aquí y en el ahora lo pagas tarde o temprano con soledad, con dolor, con enfermedad, con pobreza, con dificultad. Por eso es menester concebir el buen actuar como un estilo de vida y no como una medida temporal o esporádica.

A veces hacemos daño sin darnos cuenta y otras sabiendo. El daño puede iniciar con una mentira, con el no hacer lo que debemos hacer, con la omisión, con el engaño, con el brindar falsas esperanzas, con robar, con apoyar o justificar lo que sabemos que no es correcto. También puede iniciar con maltratar, agredir, violentar al otro.

Y en general, son la envidia y el miedo los motivos.  Cabe preguntarse: ¿Nos ponemos en la piel del otro antes de hablar o decir?...

Yo te propongo un ejercicio. Piensa en alguien a quien le hayas hecho sufrir de alguna mamera. ¿Fuíste infiel? ¿Mentiste? ¿Agrediste? ¿Humillaste?. Imagina esa situación pero invirtiendo los papeles. Ponte tú en el lugar del otro y date cuenta de tus emociones, del cómo te sientes añ ser tú el objetivo de la mala acción.

No se trata de identificar la causa o de justificar. Se trata de identificar las emociones que se involucran. Porque sin importar si tenías o no razón en actuar como actuaste, la verdad es que esa persona te encademna en un lazo de rabias y dolores que tú no necesitas y no quieres. Pero para deshacer eso, debes identificar emociones, enfrentarlas y disolver la rabia y el dolor.

Este ejercicio de ponerse en la perspectiva del otro nos puede dar pistas sobre las situaciones que estamos atrayendo a nuestras vidas. No se trata de que tengas o no razón o culpa sino de ver y sentir el por qué de las reacciones hacia nosotros. Solo al identificar esto, podremos determinar las soluciones posibles y lograr los cambios que necesitamos para liberarnos y crecer

He allí la importancia de hacer lo correcto incluso si eso parece innecesario.